La vida
Ya ni sacaré la cuenta del tiempo que ha pasado desde mi último post. Han sido años increíbles, en los que hemos pasado por demasiadas cosas.
Seguimos juntos con el amor de mi vida. Mis pequeños saltamontes ya tienen 17 y 10 años. Llevo 6 años trabajando en el mismo colegio. He sido operada, intervenida, terapiada y examinada constantemente.
He viajado a Brasil, 2 veces, algo que no creí jamás. Me enamoré de Brasil, feliz me iría para allá.
Mi Sofía se transformó en Isabelle, crespa maravillosa. Fuerte y sensible a la vez. Comprometida con el movimiento social. Siempre dispuesta a defender al más débil y luchar contra las injusticias (¿a quién me recuerda?) La observo y disfruto viendo como crece, como se relaciona, es una artista apasionada. La amo y la admiro. Sus alas están cada día más fuertes y poderosas. Están preparadas para el viaje que ella quiera realizar.
Didier sigue combatiendo sus propios molinos de viento. Aquí estamos nosotros cual Sancho Panza secundado su locura. Sabemos que lo vamos a lograr.
¿Y nosotros? Cada día más unidos, enamorados y patners. La admiración que sentimos el uno por el otro alimenta nuestros sentimientos y mantenemos las emociones a flor de piel. Aunque a la Isa le avergüence jajsjsja.
No hay mucho más. No vamos a enumerar lo que hemos atravesado para llegar aquí, pero aquí estamos y estamos bien, felices, enamorados, aprendiendo cada día.
Y mi Vero en mi corazón, en luces que destellan en el día a día. A mi lado en la lucha, como siempre. Nunca pude encontrar una amiga como ella, pero si a un amigo. Mi Julio. Él es mi mejor amigo.
Él quien me sostiene cada día, quien camina junto conmigo, me apaña, me hace barra, me tiene más fe que yo misma. Él, el que Ilumina mis mañanas y calienta mis noches. Él es un regalo de la vida.
Seguimos juntos con el amor de mi vida. Mis pequeños saltamontes ya tienen 17 y 10 años. Llevo 6 años trabajando en el mismo colegio. He sido operada, intervenida, terapiada y examinada constantemente.
He viajado a Brasil, 2 veces, algo que no creí jamás. Me enamoré de Brasil, feliz me iría para allá.
Mi Sofía se transformó en Isabelle, crespa maravillosa. Fuerte y sensible a la vez. Comprometida con el movimiento social. Siempre dispuesta a defender al más débil y luchar contra las injusticias (¿a quién me recuerda?) La observo y disfruto viendo como crece, como se relaciona, es una artista apasionada. La amo y la admiro. Sus alas están cada día más fuertes y poderosas. Están preparadas para el viaje que ella quiera realizar.
Didier sigue combatiendo sus propios molinos de viento. Aquí estamos nosotros cual Sancho Panza secundado su locura. Sabemos que lo vamos a lograr.
¿Y nosotros? Cada día más unidos, enamorados y patners. La admiración que sentimos el uno por el otro alimenta nuestros sentimientos y mantenemos las emociones a flor de piel. Aunque a la Isa le avergüence jajsjsja.
No hay mucho más. No vamos a enumerar lo que hemos atravesado para llegar aquí, pero aquí estamos y estamos bien, felices, enamorados, aprendiendo cada día.
Y mi Vero en mi corazón, en luces que destellan en el día a día. A mi lado en la lucha, como siempre. Nunca pude encontrar una amiga como ella, pero si a un amigo. Mi Julio. Él es mi mejor amigo.
Él quien me sostiene cada día, quien camina junto conmigo, me apaña, me hace barra, me tiene más fe que yo misma. Él, el que Ilumina mis mañanas y calienta mis noches. Él es un regalo de la vida.